Gran maestro holandés de ajedrez y profesor de matemáticas, que fue campeón del mundo de ajedrez desde 1935 hasta 1937. Nació en Amsterdam y estudió en la Universidad de Amsterdam. Euwe aprendió a jugar al ajedrez a la edad de 6 años.
En 1921 ganó el Campeonato de Holanda después de jugar en diversos torneos en los Países Bajos y el extranjero. También ganó el Campeonato del Mundo Amateur de 1928, quedó en primer lugar en Hastings, Inglaterra, en 1931 y fue proclamado contendiente oficial por el Campeonato del Mundo que ostentaba el gran maestro emigrado de Rusia, Alexander Alekhine. Euwe derrotó a Alekhine en un encuentro muy igualado en 1935 pero perdió el encuentro de vuelta.
Fue presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) desde 1970 hasta 1978 y escribió varios libros sobre ajedrez. Un Singular Campeón Para muchos, los campeones del mundo en ajedrez son siempre gente muy particular. Pareciera que son gente dotada de un talento especial para el juego y éste se demuestra ganando los torneos más importantes con gran facilidad.
Capablanca, por ejemplo, no estudiaba ajedrez. Basaba su éxito en sus notables facultades naturales para el juego. Alekhine, por su parte, además de estudiar como un león, tenía grandes dotes para el juego ciencia. Sin embargo, en el medio de ellos está el Dr. Max Euwe. Nacido en Holanda en 1901, Euwe logró el título de campeón de su país por trece ocasiones. Se convirtió en el quinto campeón del mundo al derrotar nada más y nada menos que a Alexander Alekhine, quien más tarde, en un match de revancha lo derrotaría. Sin embargo, Euwe destaca porque además de ser un pedagogo y autor de gran éxito, conservó el status de aficionado incluso en la cima de su carrera ajedrecística ya que ejercía su profesión de matemático justo en sus mejores momentos deportivos. Por eso es tal vez el campeón del mundo más singular.
Los inicios de Euwe en el ajedrez comenzaron en 1905, cuando aprendió el movimiento de las piezas. No obstante, solamente cuando tenía alrededor de 20 años, el holandés empezó a participar activamente en los torneos oficiales. En 1921 empató un encuentro con el GM Maroczy y cinco años después perdió por un punto un match de entrenamiento con Alekhine, que llegara a campeón del mundo en 1927 derrotando en la Argentina al genio cubano Capablanca. En 1928 perdió Euwe contra el GM alemán Bogoljuwob y en 1931 volvió a sufrir la derrota contra el mismo Capablanca. Empató con el checoslovaco Salo Flohr, uno de los jugadores más notables de todos los tiempos en el año 32. En 1928 conquistó el torneo de la Haya, considerado por todos como el campeonato mundial de aficionados. Ganó convincentemente el fuerte torneo de Hastings dos veces. En 1930/31 por delante de Capablanca y en 1934/35 de nuevo por delante de Capablanca y un futuro campeón del mundo, Mijail Botvinnik. En 1935 vivió Euwe uno de los momentos más importantes en su larga carrera ajedrecística: Alejandro Alekhine le dio la oportunidad de convertirse en el retador al campeón del mundo. Para sorpresa general, Euwe se alzó con el triunfo y se convirtió en el campeón del mundo. Su reinado resultó realmente corto, porque en un gesto de alto deportivismo, aceptó un match de revancha en donde Alekhine lo venció.
Del encuentro de 1935 se dice que Alekhine bebía demasiado y que eso mermaba sus capacidades. La realidad es que el mismo Euwe declaró alguna vez que todas estas consideraciones han sido exageradas. Cuando consiguió el título nadie era más fuerte que él. Euwe, al contrario de otros campeones del mundo, tiene una carrera ajedrecística con altibajos. Por ejemplo, en Nottingham 1936 arrancó con 6 puntos de 7 posibles, aunque más tarde fue frenado un poco y terminó empatado en el tercer sitio.
En 1946, al morir Alekhine, los holandeses esperaban que se le otorgara el título a Euwe, el único excampeón vivo en ese entonces. Sin embargo, en 1948, en el primer torneo de la posguerra, el holandés se ubicó en el segundo sitio detrás de la nueva y fulgurante estrella: Botvinnik. En 1953 jugó el torneo de candidatos de Zurich y quedó en el lugar 14 de quince posibles, con 11.5 puntos de 28. Quizás fue el final deportivo del holandés, aunque ganó una partida extraordinaria a Effim Geller.
Max Euwe fue también dirigente de la Federación Internacional de Ajedrez, y en su época de funcionario tuvo que lidiar con las amenazas de Fischer. Quizás fue el mejor momento que haya tenido la FIDE. Su manera de actuar, su deportivismo, su incorruptible actitud lo hicieron siempre destacar frente a los problemas que le tocó vivir. Murió en 1981 a la edad de 80 años.
En 1921 ganó el Campeonato de Holanda después de jugar en diversos torneos en los Países Bajos y el extranjero. También ganó el Campeonato del Mundo Amateur de 1928, quedó en primer lugar en Hastings, Inglaterra, en 1931 y fue proclamado contendiente oficial por el Campeonato del Mundo que ostentaba el gran maestro emigrado de Rusia, Alexander Alekhine. Euwe derrotó a Alekhine en un encuentro muy igualado en 1935 pero perdió el encuentro de vuelta.
Fue presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) desde 1970 hasta 1978 y escribió varios libros sobre ajedrez. Un Singular Campeón Para muchos, los campeones del mundo en ajedrez son siempre gente muy particular. Pareciera que son gente dotada de un talento especial para el juego y éste se demuestra ganando los torneos más importantes con gran facilidad.
Capablanca, por ejemplo, no estudiaba ajedrez. Basaba su éxito en sus notables facultades naturales para el juego. Alekhine, por su parte, además de estudiar como un león, tenía grandes dotes para el juego ciencia. Sin embargo, en el medio de ellos está el Dr. Max Euwe. Nacido en Holanda en 1901, Euwe logró el título de campeón de su país por trece ocasiones. Se convirtió en el quinto campeón del mundo al derrotar nada más y nada menos que a Alexander Alekhine, quien más tarde, en un match de revancha lo derrotaría. Sin embargo, Euwe destaca porque además de ser un pedagogo y autor de gran éxito, conservó el status de aficionado incluso en la cima de su carrera ajedrecística ya que ejercía su profesión de matemático justo en sus mejores momentos deportivos. Por eso es tal vez el campeón del mundo más singular.
Los inicios de Euwe en el ajedrez comenzaron en 1905, cuando aprendió el movimiento de las piezas. No obstante, solamente cuando tenía alrededor de 20 años, el holandés empezó a participar activamente en los torneos oficiales. En 1921 empató un encuentro con el GM Maroczy y cinco años después perdió por un punto un match de entrenamiento con Alekhine, que llegara a campeón del mundo en 1927 derrotando en la Argentina al genio cubano Capablanca. En 1928 perdió Euwe contra el GM alemán Bogoljuwob y en 1931 volvió a sufrir la derrota contra el mismo Capablanca. Empató con el checoslovaco Salo Flohr, uno de los jugadores más notables de todos los tiempos en el año 32. En 1928 conquistó el torneo de la Haya, considerado por todos como el campeonato mundial de aficionados. Ganó convincentemente el fuerte torneo de Hastings dos veces. En 1930/31 por delante de Capablanca y en 1934/35 de nuevo por delante de Capablanca y un futuro campeón del mundo, Mijail Botvinnik. En 1935 vivió Euwe uno de los momentos más importantes en su larga carrera ajedrecística: Alejandro Alekhine le dio la oportunidad de convertirse en el retador al campeón del mundo. Para sorpresa general, Euwe se alzó con el triunfo y se convirtió en el campeón del mundo. Su reinado resultó realmente corto, porque en un gesto de alto deportivismo, aceptó un match de revancha en donde Alekhine lo venció.
Del encuentro de 1935 se dice que Alekhine bebía demasiado y que eso mermaba sus capacidades. La realidad es que el mismo Euwe declaró alguna vez que todas estas consideraciones han sido exageradas. Cuando consiguió el título nadie era más fuerte que él. Euwe, al contrario de otros campeones del mundo, tiene una carrera ajedrecística con altibajos. Por ejemplo, en Nottingham 1936 arrancó con 6 puntos de 7 posibles, aunque más tarde fue frenado un poco y terminó empatado en el tercer sitio.
En 1946, al morir Alekhine, los holandeses esperaban que se le otorgara el título a Euwe, el único excampeón vivo en ese entonces. Sin embargo, en 1948, en el primer torneo de la posguerra, el holandés se ubicó en el segundo sitio detrás de la nueva y fulgurante estrella: Botvinnik. En 1953 jugó el torneo de candidatos de Zurich y quedó en el lugar 14 de quince posibles, con 11.5 puntos de 28. Quizás fue el final deportivo del holandés, aunque ganó una partida extraordinaria a Effim Geller.
Max Euwe fue también dirigente de la Federación Internacional de Ajedrez, y en su época de funcionario tuvo que lidiar con las amenazas de Fischer. Quizás fue el mejor momento que haya tenido la FIDE. Su manera de actuar, su deportivismo, su incorruptible actitud lo hicieron siempre destacar frente a los problemas que le tocó vivir. Murió en 1981 a la edad de 80 años.
Libros:
- The Middlegame, Vol. 2 (1994).
- Chess Master vs. Chess Amateur
- Maestro contra Amateur
- Trattato di Scacchi - Gioco di Posizione e Gioco di Combinazione
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