Esta obra es una conmemoración y muestra las últimas partidas de Alekhine antes de su Muerte.
Ocaso y muerte
Terminada la guerra, el mundo del ajedrez comienza a reorganizarse. Los ingleses toman la responsabilidad de organizar el nuevo título mundial, y para ello invitan a cinco ajedrecistas a disputar un match, cuyo ganador será el campeón. Curiosamente, entre estos ajedrecistas no está Alekhine pese a ser el campeón mundial en activo. Lo que dieron en llamar colaboracionismo del ruso con los alemanes, le privaba, según los organizadores, de la posibilidad de defender su título.
En 1943 Alekhine arriba a España, donde es bién acogido por los aficionados y subsiste dando exhibiciones de simultáneas. Pero ya a estas alturas era una persona física y anímicamente destruida. En la primera guerra había contraído la escarlatina, la revolución soviética le había privado de su herencia, y la segunda guerra mundial le hizo perder su título de campeón mundial. "Me han destruido las dos guerras", fue el título de un artículo que escribió por entonces. Ya en España le advierten de que el estado de su hígado es desastroso, y que si no deja la bebida morirá pronto. Pero Alekhine continúa con las continuas borracheras, hasta que ya no pueden ayudarle aquellos que en España tanto lo hicieron, ya que no solamente no se corregía, sino que necesitaba una importante cantidad diaria para subsistir y para sus continuas borracheras.
Se refugia en Estoril, donde recibe una luz de esperanza. Mikhail Botvinnik, que a la postre sería el nuevo campeón mundial al imponerse a sus cuatro oponentes en el match celebrado en La Haya, le escribe una carta en la que le dice que pese a la organización inglesa del título, él lo considera el campeón vigente, y que está dispuesto a celebrar la disputa del título en Moscú, tal y como ambos habían acordado antes del inicio de la guerra.
Al igual que hiciera años atrás en la revancha ante Euwe, Alekhine deja el alcohol y se prepara para el encuentro por el Campeonato del Mundo frente a Botvinnik. La ilusión de volver a su Rusia natal y de volver a ser ajedrecista de élite le dan nuevas fuerzas, pero la suerte le resultó nuevamente esquiva, y esta vez fue la definitiva. Falleció en una habitación de hotel en Estoril, Portugal. Aún se discute la causa de su muerte. Hay una versión que se atragantó comiendo, si bien recientes descubrimientos aseveran que se trató de un ataque al corazón. En este sentido, su hijo Alexander, fruto de su segundo matrimonio, ha dado a conocer al mundo una copia de la autopsia practicada en su día con ese resultado, por lo que la polémica debe quedar cerrada.
Fue enterrado en Lisboa ya que nadie reclamaba su cuerpo. La FIDE decidió posteriormente pagar los gastos de su traslado a Rusia para ser inhumados allí sus restos, pero su cuarta esposa, Grace Wishart, reclamó el cuerpo cuando curiosamente no lo había hecho antes, y ejerció su derecho de que fuera enterrado en París. Sus restos se encuentran en el cementerio de Montparnasse en París desde 1956.
Alekhine, que desde que salió de su Rusia natal soñó siempre con volver a ella, no pudo cumplir su sueño ni aún después de muerto. Por esta circunstancia buena parte de sus biógrafos lo llaman "el ruso errante".
No hay comentarios:
Publicar un comentario